"Té Helado", una de las bebidas que más apetece en verano, porque apaga la sed, refresca, hay variedad de sabores y no engorda. Hay varias maneras de enfriar el té, aquí te presentamos 3 métodos:
- CLÁSICO: Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego en la nevera. Atención, el té verde al enfriar puede volverse un poco amargo, si no quieres que esto pase échale azúcar, miel, stevia, sirope de arce... o lo que se te ocurra para endulzarlo antes de que enfríe.
- RÁPIDO: Añadir cubitos de hielo al té recién hecho. Podemos evitar que el sabor se nos apague cuando el hielo comienza a derretirse cargándolo un poco más o habiendo hechos los cubitos de hielo con el té del mismo sabor. Es aconsejable este método para aquellos que toman el té verde sin endulzar, pues evita que llegue a amargar.
- PRÁCTICO: Infusionar directamente en agua fría durante unas horas o toda la noche, si se quiere tomar dulce mejor infusionarlo todo al mismo tiempo.
Truco: Es aconsejable poner más gramos de té de lo habitual para intensificar su sabor en frío.
Sugerencias de presentación: Servir con hojas de menta, rodajas de limón o para los muy golosos con gominolas de colores congeladas.
Extra: Mira todas las recetas que tenemos para hacer tés helados aquí o aquí. También hay recetas para hacer polos de té variados o helados de Té Verde Matcha.
Sugerencias de presentación: Servir con hojas de menta, rodajas de limón o para los muy golosos con gominolas de colores congeladas.
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