Si dices Matcha enseguida piensas en Japón y en la ceremonia del té Chanoyu, la sorpresa es que el origen está en China! Durante el periodo Kamakura (1185-1333) el monje budista-zen Eisai, en un viaje a China, quedó prendado de la forma en la molían el té, su preparación... y no dudó ni un momento en enseñar ese método a sus compañeros del templo y cada monje que venía de visita era honrado con dicho té molido. Poco a poco su uso fue extendiéndose por diferentes templos hasta que se popularizó y llegó a las casas de nobles y samuráis en el periódo Muromachi (1336-1573).
Esta popularización hizo que se empañara un poco la sofisticación espiritual de su uso en templos, pues se tomaba en el tiempo de ocio de dichos nobles junto con alcohol, juegos de azar, para presumir de lujo y excesos... Hasta que el maestro del té Murata Juko propuso volver a los orígenes y usar exclusivamente este método como unión espiritual entre el anfitrión y los invitados. Esta forma de preparar el té molido (matcha) se conoció como Wabicha.
Años después el maestro de té Sen no Rikyu, dentro de la filosofía Wabi-sabi que resalta la contemplación de la belleza en las cosas cotidianas, simplificó y ralentizó la forma de hacerlo añadiendo sosiego, pureza, respeto, tranquilidad, sencillez, paz mental y armonía con la naturaleza a esa unión espiritual. Y así se perpetuó hasta la actualidad con el nombre de Chanoyu.
Para saber más lee nuestras entradas sobre la filosofía Wabi-sabi, la ceremonia del té Chanoyu, qué es el Matcha y cómo preparar Matcha.
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