Poco a poco retomamos la rutina en nuestra alimentación, después de tantos días de excesos, descontrol horario y quedadas extras... Menos mal que los que consumimos té nos hemos estado cuidando sin darnos cuenta.
Según Marc Winnefeld (un nutricionista alemán) el té es una fuente natural que previene la formación de nuevas células grasas y ayuda a quemar las ya existentes reduciendo el volumen del tejido adiposo del cuerpo. Recomienda sobre todo el té blanco, pues al tratarse de las hojas más tiernas y frescas contiene mayor concentración de agentes adelgazantes que otras variedades de la planta del té.
Por otro lado, el cuerpo aunque no esté en movimiento está gastando energía para mantener el buen funcionamiento de todos los órganos, al consumir té ayudamos al metabolismo a incrementar ese gasto de energía (consumo de calorías) y a colaborar en la termogénesis (capacidad del cuerpo de generar calor a través del consumo de grasas, proteínas y glucógenos). Un estudio holandés sobre "Los Efectos de las Catequinas del Té y la Cafeína sobre el Gasto Energético y la Descomposición de las Grasas" concluye que los grupos de estudio que ingirieron "cafeína+catequinas del té" obtuvieron mejores resultados en el incremento de la termogénesis y la eliminación de grasas que los grupos de estudios con placebo o sólo cafeína.
En otro estudio holandés realizado por la misma Universidad de Maastricht sobre "Los Effectos del Té Verde en la Pérdida de Peso y el Mantenimiento de la Línea" se obtiene que el grupo de estudio que estuvo tomando té verde y sus catequinas consiguieron reducir en 1,3 kilogramos su peso y eran menos propensos a recuperarlos en comparación con el grupo de control que tomaba placebo.
Además, si empezamos a sustituir los refrescos u otras bebidas industriales por bebidas sanas como el té con infinidad de variedades y sabores ayudaremos a reducir la ingesta de azúcares y calorías innecesarias para nuestro organismo.
Y por último, queremos apuntar que tomando una taza de té antes de las comidas ayuda a sentirnos saciados y con ello evitar que arrasemos con la comida o engullamos con ansiedad hasta comer más de la cuenta.
Sabiendo esto es más fácil cuidarse, coger buenas costumbres y da menos pereza hacer ¡ejercicio!
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